martes, 9 de julio de 2019

Antecedentes Históricos de la Tipografía

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Para empezar a entender el origen de la tipografía, es fundamental, entender primero lo que es la escritura y su repercusión en la humanidad.

La escritura es un sistema de representación gráfica de una lengua, por medio de signos grabados o dibujados sobre un soporte. Es un método de intercomunicación humana que se realiza por medio de signos visuales que constituyen un sistema.

La aparición de la escritura es lo que da origen a la historia, gracias a ésta podemos salir de aquella época enigmática y desconocida que fue la pre-historia.

Aunque hasta este momento no se tenga conocimiento preciso de cómo se ideó la escritura, existen indicios de que sus comienzos han sido en grandes etapas que marcan el camino hacia la escritura denominadas como mnemónica, palabra de origen griego que significa memoria, segundo período o pictográfico, ya basado en la pintura o sea que el hombre no solamente dibujaba sus pensamientos sino que también pintaba, en un primer momento ensombrecía sus dibujos con hollín o carbón y más tarde le puso color sacado de distintas plantas y animales; y la tercera etapa en que el hombre da valor fonético a los dibujos, a los pequeños trazos que con el tiempo se constituyen en sílabas y letras. (Wayne M. Senner. Los orígenes de la escritura. Editores Siglo XXI. Méjico D.F. 2001).
El pasaje de una etapa a la otra no se produce en forma tajante, sino en forma paulatina.

El hombre primitivo transmitió el conocimiento y sus recuerdos en forma oral, lo mismo lo hacía el comerciante que llevaba su contabilidad, con signos propios que solo él sabía su significado, es decir que tenía una forma personal de recordar o de asentar sus conocimientos.

En ese largo período, llamado oral o de la tradición, la palabra  lo fue todo. Ejemplo de cómo en forma oral y por medio de los bardos trashumantes (poetas que se iban en verano y volvían en invierno) llega a los pueblos más civilizados, quienes las escribieron, las obras de Homero: La Ilíada y la Odisea.

A la palabra que fácilmente puede deformarse, olvidarse, o darle otro sentido, se le agregaron signos o marcas que seguramente tenían un significado que iba más allá que la simple recordación, pudiendo considerarse este el primer paso de la grafía, ya que es la forma de plasmar la expresión oral. Estos signos distan mucho de ser letras, pero sí mediante ellos, se recordaba lo hablado y se podía comunicar con quien se encontraba a distancia, o dejaba expresado su pensamiento, para lo cual el hombre apeló a dos procedimientos que aplicaba separada o conjuntamente: El Ideográfico o expresión de las letras y el fonético o reproducción de los sonidos.

PERÍODO MNEMÓNICO




Mnemónico es palabra derivada de la voz griega mnéme que significa memoria.

En la antigüedad, para recordar un acontecimiento importante como un pacto, se perpetuaba esta circunstancia con lo que se ha dado en llamar monumentos megalíticos (piedra grande), y ese montón de piedra bastaba para que todos recordasen lo que había ocurrido en ese lugar, pero faltaba algo, era la anotación para que sus hijos más tarde sepan la fecha y las circunstancias del mismo, y era la parte documental.

Era una tradición para perpetuar la memoria de un suceso, tan imperfecta que con facilidad alteraría y hasta echaría a perder el propósito de los prehistóricos; auxiliaban la memoria erigiendo monumentos groseros, monolíticos, altares y hasta la siembra de un árbol en recordación de un acontecimiento importante. Una tradición muy frágil que sirvió de apoyo. (Matilde Ras, Historia de la escritura y Grafología, 2005, Editorial MAXTOR, pág. 19).

Con el correr del tiempo, los monumentos megalíticos fueron perdiendo su carácter prevalentemente mnemónico para ir transformándose en instrumento de las religiones primitivas y entonces enormes construcciones o también simples alineamientos de piedras mastodónticas, encerraban recintos sagrados o cuando menos, de un carácter manifiestamente diferente a los primitivos conceptos mnemónicos, surgiendo así los dólmenes ("mesas de piedra": construcción techada) y menhires ("piedra larga": monolitos en posición vertical).

Otro sistema de símbolos no escritos, también para expresar ideas, pero en este caso, relacionado a cantidades, o sea números, en algunos lugares subsisten hasta hoy, son los ábacos chinos, sorprende la habilidad de su manejo; y tenemos entre los indígenas los quipus y los wampun.

PERÍODO PICTOGRÁFICO




A este período llamado de la pintura, no se puede precisar cómo han tenido la idea de representar cosas o animales mediante el dibujo, ni dónde o sea en qué parte del mundo comenzó el hombre a pintar, desconociéndose si lo hacía solamente en las cavernas, pero es solamente en ellas donde en la actualidad se encuentran. Siendo considerada como que han sido hechas alrededor de 30000 años antes de nuestra era.

Es conocido que hay escenas de caza y guerra grabadas en el interior de las cavernas de tiempos prehistóricos. Se desconoce la causa por la cual el hombre se vio movido por el deseo de hacer esos dibujos, quizá para rogar a sus divinidades para que así vengan a esos lugares más animales como los dibujados para su sustento, o si el deseo era de espantar a esos mismos animales por el hecho de ser salvajes o si era para adornar. De todo esto se infiere lógicamente que el dibujo precedió a la escritura propiamente dicha. (Matilde Ras, Historia de la escritura y Grafología, 2005, Editorial MAXTOR, pág. 19).

En este período se encuentra al hombre gregario, no es una sola persona la que ha hecho esos dibujos, sino varias. Ya se encuentra el cooperativismo en el trabajo, puede considerarse el principio de los pueblos, así lo demuestra el análisis de estos dibujos coloreados.

Cuando se hablaba de estos períodos mnemónico y pictográfico, no precisamente debía concluir el anterior para empezar el actual.

El primer asomo a la escritura pictográfica está en el cuento figurativo (de lo material, del entorno). El hombre primitivo se limitaba a dibujar los animales y las cosas que lo circundaban en una forma muy simplificada, tratando de explicar por la postura de los mismos la necesidad de decir algo, de transmitir la idea, en algunos casos de transmitir movimiento de ataque; todos esos movimientos o actitudes hacían comprender lo qué se significaba, pero nunca haciendo alguna mención por escrito o por lo menos algunos signos que denoten explicación de esas figuras. Era el lenguaje universal, que cualquiera podía entender.

Es una escritura por imágenes como la que utilizan en la actualidad las indicaciones que encontramos en los caminos o en la vía pública.

Nunca se podrá admitir que en las pinturas prehistóricas se encuentre un sistema de escritura, nunca se trató de una transmisión escrita de frases lingüísticas, sino solamente la representación de ideas completas que pueden ser leídas en cualquier idioma con sólo interpretar los dibujos coloreados.

De la etapa pictográfica, el hombre tardó muy poco tiempo en pasar a la ideográfica.

PERÍODO IDEOGRÁFICO




Como en la etapa anterior, el hombre se valió de dibujo de objetos para hacer conocer sus pensamientos, pero había situaciones abstractas que no podía representar, debió recurrir a otros ingenios para dar idea por medio del dibujo, de lo que quería representar. Ejemplo: para dar idea de agua, lo hacía con rayas ondulantes; para dar idea del día, dibujaba un sol. El autor daba la idea de lo que quería transmitir y lo hacía por medio de dibujos, a estos primeros signos escriturales se les ha llamado ideogramas.
  
Esta escritura era hecha sobre corteza de  árboles o sobre madera y por consiguiente, de fácil destrucción, encontrándose solamente vestigios de esta escritura en algunas piedras duras y algunas pirámides egipcias. 

Iniciada y practicada por pueblos de muy alta cultura, ya muy civilizados como los egipcios, mesopotámicos, chinos, cretenses.

La escritura ideográfica constituía un medio incompleto para transmitir el pensamiento; era una alineación de símbolos, dibujos, imágenes, sin establecer distinciones entre las partes del discurso o del texto; sin dar a entender el momento del verbo ni el caso, ni número de los sustantivos. 

Aunque los ideográficos no expresaban sonidos, quienes "leían" debían interpretar con palabras propias la idea expresada, pues observando el diseño, llegaban a la mente palabras que expresaban esa idea y en consecuencia la pronunciación y el sonido.

Analizando el texto se llegó a su interpretación con una o varias pronunciaciones fijas, o sea la interpretación del conjunto del dibujo y analizando en profundidad se llega a apartar los sonidos en forma silábica que es el primer paso del valor fonético; esto equivale a dar sonido a los trazos, individualizándose de esa forma el comienzo de la escritura silábica, pero este conocimiento lo tuvieron personas de una alta cultura que han ido en constante progreso.

En ese sentido puede considerarse a los egipcios, quienes han dado valor fonético a sus jeroglíficos; es decir, han sabido graficar los sonidos en forma inversa, han dado nacimiento a la escritura, pero lamentablemente no lo supieron aprovechar. Es entonces que aparecen los comerciantes semitas que aprovecharon el descubrimiento de los egipcios y lo difundieron, por lo que se considera a los fenicios como los inventores de la escritura, pero fueron otras culturas las que supieron aprovecharla inteligentemente.

Se encontró luego la escritura llamada protoindiana, pues las numerosas epigrafías y cierto número de sellos que revelaron su existencia, han sido hallados casi todos en el curso inferior del río Indo y en el valle del mismo río entre Afganistán y Tibet. No analizada en profundidad. Consideran que es de origen pictográfico y transformado sucesivamente en ideográfica, no silábica, siendo sus signos empleados con algún valor fonético y en parte con valor ideográfico. Fue usada por un pueblo de altísima civilización que pudo haber florecido entre los años 3250 a 2750 a.C. (Louis – Jean Calvet. Historia de la Tipografía, de Mesopotamia Hasta Nuestros Días.  (Título original Historie de L’ecriture); Ediciones Paidós Ibérica, S.A., Barcelona, España, 2007. Pág. 31.

LAS ESCRITURAS CRETENSES



Entre los años 3500 a 2100 a.C. en la Isla de Creta ha florecido una civilización rica en obras de arte. La Civilización Misenea, venida de Misene en el Peloponeso, lugar donde se encontraron primeramente los restos de esta civilización; por expansión se mezcló con la cretense y otras del mar Egeo y del continente griego, llegando a una cultura comparable con las de la Mesopotamia. No es de extrañar que no hayan tenido una escritura relativamente desarrollada.

También aquí se observa una escritura con un comienzo pictográfico la que en períodos sucesivos va llegando al fonetismo, pero sin dejar partes de la antigua pictográfica mezclada con la ideográfica.

En estas escrituras cretenses han sido individualizados tres tipos de la escritura lineal cretense. Parece que la base de esta escritura es preferentemente silábica y en parte alfabética y la dirección del escrito, dextrorsum, sinistrorum y bustrófedon, es decir, con inicio a la derecha, con inicio a la izquierda y por renglones alternados.

Se supone que en sus orígenes haya recibido influencia egipcia. No se ha podido desentrañar su idioma.

En 1903 una misión arqueológica italiana encontró en Creta el llamado "Disco de Festo". Se trata de un disco hecho en terracota (barro cocido) del siglo XVIII a.C., de conservación casi perfecta, de aspecto parecido a mayólica, de color gris-amarillento-rojizo, en parte ennegrecido por el incendio del palacio donde se encontraba, cubierto en ambas caras por líneas y grafismos hechos a mano libre con una punta dura y sutil; a su vez los signos ideográficos impresos con punzón, cuando la arcilla aún se encontraba fresca.

El Disco de Festo es el más antiguo documento prehistórico hallado y el único que se ha visto o encontrado en grabados de este tipo, no se alcanza a comprender cómo el hombre europeo haya esperado tanto tiempo para continuar en sus investigaciones y no haya inventado la imprenta, pues ya estaba dada la pauta de cómo hacer esas impresiones, con un punzón y sobre un soporte blando, les faltó el espíritu práctico.

LA ESCRITURA HITITA-JEROGLÍFICA


Se realizaba de derecha a izquierda como también de izquierda a derecha y bustrófeda, indistintamente. Lo importante es que este pueblo usaba al mismo tiempo la cuneiforme y la jeroglífica, siendo ésta sumamente decorativa, tanto que parece haber derivado de la egipcia con arreglo de la cretense.

Se llegó a comprobar que en el vasto imperio de los hititas se hablaban cinco idiomas diferentes, solo en parte se conoce a cuatro de ellos siendo el quinto totalmente desconocido.

LAS ESCRITURAS EGIPCIAS


Es muy probable que la escritura egipcia al principio pudiera ser puramente pictográfica.    De esta expresión jeroglífica, derivaron las escrituras hieráticas y la demótica que no representan adelantos en el sistema de escrituras sino solamente un adelanto puramente técnico, como abreviación y simplificación de los signos gráficos.

Según el historiador y egiptólogo Alessandrino por los años 200 d.C., "jeroglífico" deriva de términos griegos que significan "letras sagradas"; han sido empleados en escrituras sacras, también en forma profana. Se trata de una escritura monumental y nada práctica para el uso diario. La más reciente escritura de este tipo data de la primera mitad del siglo III d.C.

Conjuntamente con esta escritura monumental, entre los años 4000 a 3500 a.C., los habitantes se servían de otra forma de escritura, una simplificación de la jeroglífica, la escritura "hierática"; encontrada en inscripciones sobre vasos, maderas, pergaminos y principalmente sobre papiros.

"Hierático" deriva del griego "sagrado", lo que no es correcto pues en los primeros tiempos servía para fines profanos, pero fue llamada así, porque en el tiempo de los grecorromanos, los sacerdotes la usaban en forma habitual.

El término "demótico" que deriva de la voz griega que significa pueblo, popular, vulgar, proviene de Heródoto, y Alessandrino se considera como escritura epistolar, encontrándose los más antiguos en la forma de graficar en los documentos del siglo VII a.C., y los más recientes en épocas bizantinas, alrededor de los años 400 d.C.

Los signos jeroglíficos abarcan todos los objetos de la naturaleza y su número es teóricamente limitado. Algunos autores alcanzaron a establecer unos mil trescientos signos divididos en veinticuatro series: personas, dioses, miembros del cuerpo humano, pájaros, mamíferos, etc. Para otros son casi tres mil los símbolos que tienen mayor frecuencia, no solo para expresar la cosa misma sino también acciones definidas o ideas abstractas, y consideran que existen otros signos fonéticos que no sustituían a los ideogramas.

Por lo general había una correspondencia entre la escritura ideográfica y la escritura fonética siendo a veces ésta para dar una mayor explicación a la anterior, dando más claridad al contenido del escrito, es decir, repitiendo fonéticamente toda la palabra o las consonantes iniciales o finales.  Asimismo el texto contaba con otros signos llamados determinativos y expletivos que daban mejor interpretación del contenido del grupo escritural. (Matilde Ras. Historia de la Escritura y la Grafología. MAXTOR, España, Pág. 28).
   
Hacia fines del siglo III d.C., tanto la escritura jeroglífica como la hierática, y más adelante la demótica, fueron abandonadas poco a poco, fueron suplantadas por las escrituras griegas y particularmente la copta (lengua semítica derivada del antiguo Egipto extinguido a partir del S XIII y actualmente relegada al uso religioso); derivada del griego, que a su vez fueron desplazadas por la escritura Árabe, pasando a ser considerados místicos los bellos signos pictográficos de los jeroglíficos egipcios.

Muchos han dedicado su tiempo para conocer estas escrituras egipcias. En 1799 el francés Boussard descubrió la "Piedra de Rossette", tablilla que contiene un decreto escrito en tres idiomas: antiguo egipcio jeroglífico, demótico (lengua popular de Egipto en esa época) y griego. El texto griego reveló que se trataba de un decreto solemne dado por los sacerdotes en honor de un Ptolomeo, quinto soberano de ese nombre.

Otros estudiaron la parte demótica que en razón de su aspecto cursivo, se presumió de carácter alfabético. Akerblad descifró alguno de los caracteres y trazó un primer abecedario demótico, la mayor parte de cuyos elementos fueron una verdadera conquista de la ciencia.

El inglés Young trató de reconstruir ese abecedario pero sólo lo hizo con cinco caracteres, siendo inútil todos sus intentos, siempre basado en la Piedra de Rossette.

El que se dedicó por completo al descifrado de las escrituras egipcias ha sido Francois Champollión (1790-1832), en 1822 encontró la clave para descifrar los jeroglíficos egipcios, hasta entonces ignorados.
  
Estas escrituras eran generalmente sinistrórsum, pero la demótica y la hierática con frecuencia destrorsum, a su vez los jeroglíficos usaban las dos maneras, encontrándose en algunos monumentos estampados en forma vertical.

Utilizando los elementos obtenidos por la descomposición del nombre de Ptolomeo, Champollión obtuvo un alfabeto, no solo tradujo nombres propios, sino también ideas, frases y probó el fundamento de sus traducciones, por lo que historiadores de distintas partes del mundo prosiguieron la obra, y fundaron escuelas en pos del esclarecimiento.

La egiptología realizó progresos considerables: varias generaciones de sabios se aplicaron a la escritura de la lengua a través de los siglos.

Los signos empleados para expresar las mismas articulaciones por tener igual sonido se los llama homófonos y para ser silábicos, deben encontrarse entremezclados con signos alfabéticos que representen una o varias articulaciones formando sílabas.

ESCRITURA CUNEIFORME



La palabra "cuneiforme" proviene del latín y significa en forma de cuña. Para realizarla empleaban el cálamo, que es un cilindro cortado en forma oblicua, en bisel en uno de sus extremos y esta forma de punta en soportes blandos, permite hacer signos o grafismos.

El soporte blando empleado eran planchuelas de arcilla recién hechas, recién amasadas, en ellas se hacían los grabados que eran dejados al sol para su endurecimiento y poder manejarlos mejor sin que se borre lo graficado y más tarde se cocía en hornos.

Es prácticamente un pequeño ladrillo de barro cocido; en ellos encontramos escritos de distintos idiomas, con la única característica de su forma de estampado en forma de cuña, siendo su orientación hacia un solo lado.

No se tiene muy en claro el origen de esta escritura, se creía que pertenecía a los sumerios, los últimos hallazgos hechos en Mesopotamia, demuestran lo contrario al encontrarse tablillas en idiomas diferentes. Se sabe que los sumerios han contactado con los babilonios, pueblo que emigró en los siglos IV y III a.C. hacia el occidente de la Media Luna de la Tierra Fértil. En toda esta zona de la Mesopotamia, es donde hasta ahora se encuentran tablillas con escrituras cuneiformes.

Era la escritura más difundida en el Asia Menor. La empleaban los Súmeros. En 1870 fecha de su descubrimiento, es cuando comienza el estudio de la escritura cuneiforme.
Otro pueblo que utilizó esta clase de escritura fueron los Acadios, quienes habitaban la Babilonia septentrional. El nombre proviene de su capital. Fueron los griegos quienes lo bautizaron, encontrándose en contraposición con el nombre dado por los Acadios, que la designaban Sumero o Akkad, según se trate de la parte meridional o septentrional.

También los asirios, otra población semítica, los habitantes del Elam, pueblo del cual la documentación lingüística hallada permite saber que empleaban un idioma caucásico pero con escritura cuneiforme.

Los hititas utilizaban contemporáneamente dos escrituras, la jeroglífica y la cuneiforme.  Este es el punto de unión en el Cercano Oriente de la cultura de Egipto, y que a su vez confunde los orígenes de las distintas escrituras, pues los jeroglíficos son del Bajo Egipto y a causa del comercio que tenían con los pueblos semitas, éstos llevaron su cultura a difundir por donde comerciaban. (Louis Jean Calvet. Historia de la Tipografía de Mesopotamia hasta nuestros días. Ediciones Paidós Ibérica, S.A., Barcelona, España, 2007).

Los pueblos armenios antiguos venidos del occidente, aproximadamente en el año 850 a.C., tenían una alta cultura en lo que refiere a la matemática, hidráulica, arquitectura, pero carecían de escritura y utilizaban la de los asirios. 

En el centro del Asia Menor estaba el pueblo llamado de la Capadocia, del cual no se ha podido establecer el origen étnico ni el idioma que empleaban, presumiéndose por los elementos encontrados, que también se documentaban con escritura cuneiforme. 

En el año 1929 en Siria, se han efectuado en la antigua ciudad de Ugarit, excavaciones que sacaron a la luz numerosas tablillas con inscripciones cuneiformes, llegando a encontrarse en algunas hasta cuatro idiomas.

Los estudiosos han prestado mucha atención a estas escrituras en el material empleado y en los punzones, teniendo en cuenta la inclinación del soporte  y la postura del punzón. Con estos elementos se desplazaron los signos de la escritura ideográfica, dejando constancia únicamente los trazos de una escritura de forma de cuña que dio su nombre "cuneiforme". De derecha a izquierda como de izquierda a derecha y en columnas, también se lee en escritos de arriba hacia abajo. 

En otros documentos encontramos escritura en bustrófedon es decir que el sentido de escritura del primer renglón concuerda con el tercero y en forma alternada, con los signos o símbolos invertidos, el segundo que concuerda con el cuarto renglón, es decir que su lectura se hace en forma zigzagueante.

EL ALFABETO FENICIO – SU ORIGEN



Los asirios se detuvieron en el silabismo, los egipcios descubrieron el carácter alfabético sin conseguir librarse de las sílabas, de los ideogramas. Los fenicios repararon los sonidos con su signo representativo, en consecuencia idearon el alfabeto, y esto ha hecho posible establecer merced al empeño puesto por Champollión quién adelantó que el alfabeto fenicio derivaba de los jeroglíficos egipcios. Pero Rougé manifestó: de las veintidós letras que componen el alfabeto fenicio, quince fueron bastante poco alteradas como para permitir reconocer su origen egipcio, mientras las demás se vinculaban al tipo hierático.

En la tierra de Canaán se dio origen a los alfabetos arameo, palmerios, y hebreos y el comercio se encargó de llevar éstos a todo el mundo.

Examinados a fondo los alfabetos antiguos se reconoce la derivación del alfabeto fenicio con algunas modificaciones según el lugar. Los alfabetos semitas parecen distintos unos de otros, pero hay algo en común, que es su origen fenicio el que se utilizó en las colonias de Tiro y de Sidón, de Chipre y de Cartago; luego al sur con los idiomas hebraicos en sus dos formas distintas, la primera de la época del Reino de Israel y la otra de los Macabeos y de los Herodos.

En la Siria Central el alfabeto arameo, que con los Persas se ha expandido hasta el Egipto; la escritura palmireniana, parecida a la hebrea cuadrada; el nabateo, que era la escritura de los Arameos nómades desde el Hauran hasta el Sinaí y en la Arabia Central; el siriaco y al fin descansó en el idioma Árabe.

Estos testimonios se encuentran en documentos hallados en excavaciones actuales; tal es el caso del Príncipe de Biblos, pueblo al borde de Fenicia que adoptó los jeroglíficos egipcios para grabarlos en un arma ceremonial, en tanto que en Acadia, entre los siglos XV y XIV a.C., se disponía que toda escritura franca de toda la comarca debía ser en escritura cuneiforme.

LA ESCRITURA HEBREO – FENICIA


Los griegos asimilaron de los fenicios la escritura alfabética, quienes como mercaderes llegaban a todo el mundo conocido, y así llevaron su lengua, con sus veintidós símbolos.

Los sistemas de escritura requerían mucho estudio por parte de los escribas para su lectura, interpretación y grabado; se pudo establecer en Egipto como en la Mesopotamia y en ciudades intermedias, la existencia de escuelas para escribas. Pero pueblos menos capacitados, que por no contar con escribas de talento y dada la necesidad de documentarse, idearon otro sistema de escritura más fácil, menos complicado, el alfabeto hebreo-fenicio de los siglos XVIII-XVI a.C.

El hombre no quedaba satisfecho con la mezcla de otros anteriores como son los signos jeroglíficos con cuneiformes. En el curso del S XVI a.C., los biblianos inventaron un signario silábico que fue encontrado en estelas de piedra, brazaletes y tabletas de bronce y espátulas; escritura aún no del todo descifrada, pero se sabe que es un idioma fenicio. En el naciente Reino Hitita fue inventado un nuevo sistema de escritura con un sistema pictográfico-jeroglífico, utilizado en monumentos emplazados en comunidades como Nuevo Hitita, Anatolia, Siria y Cilicia. Esta escritura ha sido poco descifrada. En inmediaciones de Creta se encontraron documentos con el mismo sistema signario.

En el reino de Ugarit, sus escribas inventaron signos cuneiformes para grabar sus discursos, pero es notable que este signario ha sido basado en una escritura alfabética conocida a la sazón, por lo que analizados estos signos se llega a la conclusión de que se trata de escrituras que han tenido como base poblaciones de estrecho contacto con la civilización egipcia; en segundo lugar, se nota la ausencia de vocales como las lenguas semíticas, donde predominan las consonantes; y por último, tuvo que haber tenido como iniciadores a las tropas nómadas o seminómadas, que no contaban con gente capacitada para someterse a un prolongado estudio y entrenamiento, y que no tenían la capacidad de invención para provecho propio y de su comunidad.

Quienes idearon estos signarios basados en jeroglíficos egipcios, debieron pertenecer a las tribus nómadas occidentales semíticas, las que estuvieron en estrecho contacto con mercaderes, a quienes proveían de animales de carga. Indudablemente necesitaron de la escritura para redactar sus comprobantes de venta. 

Este signario simplificado ha sido adoptado por los habitantes de Grecia tanto en el litoral, como en el interior, haciéndolo entre los siglos IX y VIII a.C., siendo en definitiva el alfabeto fenicio.

Las inscripciones más antiguas son las descubiertas en El-Jadr, cerca de Belén, donde se hallaron cuatro puntas de flecha de bronce, en cada una de las cuales aparecía la siguiente inscripción: hs 'bdlbt, esto es, "el dardo de 'Abdlabi'at", escrito en vertical. El nombre 'Abdlabi'at significa "siervo de la dama-león" (es decir, la diosa 'Anat). Estas puntas de flecha se han datado, por medio de comparaciones paleográficas, en el siglo XII a. C. en cuya época los hebreos ya se habían asentado en el país.

El Rey de Biblos mandó a hacer para su padre una inscripción real en el sarcófago, estos documentos demuestran en el S. XI a.C., que el signario alfabeto ya se había tornado en la escritura fenicia oficial, siendo utilizada por expertos escribas y grabadores.

EL ALFABETO DE LA ANTIGUA EUROPA


Actualmente se conoce como escrituras muertas, las antiguas escrituras que se usaban en tiempos en que los ejércitos querían establecer supremacías:

ALFABETO CELTIBERIANO

Se encuentra en algunas monedas del norte y noreste de España, y al estudio encontramos similitud con letras fenicias, griegas y romanas, siendo considerada como una rama del rúnico de la Europa Occidental, siendo éste derivado del griego y el latino.

AFABETO OGHÁMICO

Es la antigua escritura de Irlanda del siglo III a.C. y según la mitología ha sido inventado por Ogma, considerado dios de las fuerzas armadas y de la elocuencia, aunque manifiestan que Ogma es el nombre de alguna letra. 
Las letras son formadas por barras paralelas de uno a cinco ubicadas a la derecha, a la izquierda o en el centro de una línea vertical.


ALFABETO RÚNICO

Fue empleado en los territorios de países escandinavos, previo a la introducción en esos lugares de las escrituras góticas y eslava.
Las letras son formadas en su mayoría por barras verticales con trazos laterales, sean oblicuas o curvas, conservando algunas el aspecto de escritura griega o romana. 
La palabra RUNA tiene el sentido de misterioso y como los países europeos del norte estaban acostumbrados a la pictografía, consideraban que con esas rayas se pasaba al soporte el secreto misterioso del pensamiento.

Los alfabetos rúnicos derivan de tres familias principales: el escandinavo, el germánico y el eslavo. 

ALFABETO ESLAVO

Cirilo y Metodio, en el siglo IX a.C. basándose en el alfabeto bizantino, con ciertos elementos semíticos, siríacos, hebreos y rúnicos, crearon este alfabeto destinado a la plegaria y cánticos litúrgicos en los pueblos eslavos convertidos al cristianismo ortodoxo oriental.

LA ESCRITURA EN EL ORIENTE



La Escritura China

Antigua pero poco evolucionada. En sus comienzos fue jeroglífica, siendo sus signos representación de objetos. Nada se tiene actualmente de esta manera de expresión, más aún como consecuencia del gran incendio ordenado por el Emperador Tain-Chi Hoang-Ti, el constructor de la gran muralla. Este ideó un sistema de escritura en el cual unificó los dialectos regionales del inmenso país.

Los jeroglíficos primitivos de los chinos eran pocos, para evitar confusiones, los signos se limitaron a doscientos, que solo representaban objetos. Con la evolución han combinado estos símbolos haciendo más compuestos y también al mismo tiempo fueron reemplazando el objeto por el sonido de su pronunciación, pasando de esa forma a tener doble finalidad esos símbolos: uno fonético y el otro representado por el objeto en sí.
   
La escritura china pasó por varias formas diferentes. El momento fundamental de este cambio ha sido el descubrimiento del papel. Antes escribían sobre tablas de bambú con palitos del mismo material mojados en barniz. Con la aparición del papel el estilete de bambú ha sido reemplazado por el pincel, encontrándose en la actualidad documentos que permiten apreciar la escritura en forma cursiva llamada Tsao-Tse (que recibe ese nombre de las plantas, por el aspecto de maleza).

Se emplea principalmente para documentar transacciones comerciales y literatura vulgar, existiendo también una escritura cuadrada llamada Kiai-Chou, en la cual se valoriza la habilidad de los escribientes chinos. 
Actualmente, en la República Popular de China desde 1950, se ha iniciado la modernización de su escritura con el nuevo sistema llamado latín-jua, que concilia el antiguo chino con el latino (fonético). (Ambrose Harris. Fundamentos de la Tipografía. Editora Parramont. USA. Pág. 17).

LA ESCRITURA JAPONESA



Se basó en la escritura cursiva china, después de la invención del Tsao, formando un alfabeto de 47 signos invariables que llamaron Kata-Kana, que mezclado con otros signos recibe el nombre de Hara-Kana. No debe confundirse con la Escritura Coreana, empleada en Corea y antiguamente en el Japón, antes de la introducción en ese país de la lengua china. El origen de esta lengua puede considerarse como la lengua hindú, o sea el alfabeto fenicio.

ALFABETO DE LA INDIA


Otro pueblo que ha difundido el alfabeto semita ha sido el persa, que tuvo consecuencias importantes en el Asia Menor, Asia Central y Meridional, siendo los alfabetos de la India su derivación.

Según los especialistas los alfabetos sánscrito y devanagari, tienen su origen en el fenicio y se pudo ver que los signos más antiguos encontrados en la India tienen familiaridad con el arameo, siendo designado con el nombre de indo-bacteriano, pero el edicto de piadasí está escrito en un alfabeto diferente llamado el indio o mauria o magadha, siendo éste el origen del alfabeto indio moderno.

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